La junta de la culata es una de las piezas del coche que más miedo da nombrar. ¿Por qué? Porque su reparación es costosa y complicada, suele requerir horas y horas de taller y a veces hasta puede hacer que tengas que dar por muerto a tu coche.
Para que no tengas que preocuparte por ese gasto y puedas hacerlo por ti mismo, te vamos a enseñar cómo cambiar la junta de la culata en varios pasos, cuándo debes hacerlo y el material que necesitas para ello. Ahorrarás todo el dinero de la mano de obra del taller y podrás reparar tu coche desde casa.
Síntomas que indican que debes cambiar la junta de culata
Antes de hablar sobre cómo cambiar la junta, debes de saber si tienes que preocuparte por cambiarla o no. Hay varios síntomas que te indicaran que tu junta está defectuosa y son los siguientes:
- Aceite en el sistema de refrigeración: solo podrás saber si esto ha ocurrido haciendo una revisión del refrigerante del coche, ya que no notarás nada raro a la hora de conducirlo. Si ves que el refrigerante se convierte en una especie de “mayonesa”, significa que se ha mezclado y que la junta está dañada.
- Presión en el sistema de refrigeración: sobrecalentamiento y bajo nivel de refrigeración son los síntomas claros de que hay una sobrepresión el sistema refrigerante. La junta de culata estará quemada y eso provoca esta filtración que, a la larga, puede acabar con todo el motor. Normalmente cuando pasa esto se ve nube blanca en el tubo de escape, muy espesa y con un olor dulce extraño. Analiza las bujías para saber cuál es el cilindro que tiene el problema, el cual podrás identificar porque seguramente esté más limpio que el resto.
- Refrigerante dentro del sistema de aceite: un síntoma que también es difícil de ver y que puede causar un daño gravísimo en el motor. Para descubrirlo tendrías que hacer un cambio de aceite y comprobar si el aceite se ha quedado como una especie de mayonesa marrón.
- Fuga de refrigerante: ¿hay pequeños charcos de líquido refrigerante bajo tu coche? Tienes una fuga de refrigerante y el culpable seguramente sea una junta de culata dañada. El problema es que esta fuga también puede ser por otros motivos, por lo que tendrías que examinar el coche en profundidad para saber si la culpable es la junta de culata.
Si tu coche tiene alguno de estos síntomas, puedes empezar a preocuparte y deberías de seguir leyendo para aprender a cambiar la junta de culata.
Herramientas necesarias
- Caja de herramientas: vas a necesitar todo tipo de llaves y destornilladores para quitar las piezas que están por encima de la culata y la propia culata (de carraca, Allen, …).
- Llave dinamométrica: para colocar la nueva culata y respetar el par de apriete (cuánto apretar cada tornillo).
- Guantes: protección para las manos ante todo tipo de elementos.
Cómo cambiar la junta de la culata en 8 pasos
1. Desconecta la batería |
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Busca la batería de tu coche en el capó y localiza el borne positivo (rojo) y negativo (negro). Utiliza una llave para desanclar primero la terminal negativa y posteriormente la positiva.Nunca lo hagas de manera inversa, podrías romper el sistema eléctrico y provocar daños graves en el coche. |
2. Drena el aceite y el anticongelante del coche |
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Puedes aprender a drenar en el artículo cómo cambiar el aceite y filtros de coche. Sigue los pasos hasta el punto 6 y lo habrás conseguido. Para drenar el anticongelante, dependiendo del modelo, tendrás que buscar un tornillo o grifo de vaciado en la parte baja del radiador o un tapón en el bloque del motor. Solo tienes que abrirlo y dejar que salga todo el anticongelante. |
3. Accede a la junta de culata |
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Para llegar a la junta de culata tendrás que soltar la tapa de la correa de distribución y quitar el tubo del anticongelante y los diferentes cables que están por encima de ella (conexiones eléctricas, bujías, acelerador, …). Una vez los hayas quitado, llegarás a la tapa de balancines y a la propia culata. |
4. Quita la junta antigua |
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Cuando hayas accedido a la culata solo deberás retirar los tornillos de la misma con una llave y podrás sacarla con tus manos. Y veras que la junta saldrá sin problema. |
5. Limpia la superficie de la culata |
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Utiliza una lija de grano y un desengrasante para quitar el hollín y toda la suciedad de la culata. Tiene que quedar completamente limpia. |
6. Coloca la nueva junta de culata |
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Esta es la parte más delicada, ya que colocarla mal hará que tengas que cambiarla otra vez en muy poco tiempo. La junta debe de fijarse tal y como viene indicado en el manual de instrucciones de la propia junta que compres. Ahórrate hasta un 50% comprando la junta de culata en nuestra tienda. Sobre todo debes de tener cuidado a la hora de poner los tornillos, ya que tienes que respetar el par de apriete. Recuerda el número de vueltas que diste para sacar cada tornillo o utiliza la dinamométrica para conseguirlo. |
7. Vuelve a colocar todas las piezas |
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Tras poner la nueva junta de culata te tocará colocar todas las piezas que has ido quitando para acceder hasta ella. No olvides ninguna y coloca cada una en el mismo lugar que estaba. |
8. Rellena el depósito de aceite y anticongelante |
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Para finalizar solo tendrás que volver a cargar de aceite y anticongelante el coche. Una vez lo hayas hecho, habrás terminado con el cambio de junta de culata. |
¿Se puede reparar la junta con un sellador?
Si no quieres cambiar la culata, bien porque no te atreves, o porque no quieres gastarte el dinero de la reparación, puedes probar con un sellador. ¿Resolverá todos tus problemas? Puede que sí, puede que no o puede que al menos alargue un poco la vida de tu coche.
El uso de un sellador es muy fácil y suele venir indicado en el manual de instrucciones. Tan solo tendrás que drenar el anticongelante, llenar el depósito de agua y el sellador en cuestión y circular durante el número de kilómetros indicado en las instrucciones. Después, tan solo te quedaría drenar de nuevo todo ese agua con el sellador y volver a colocar el anticongelante.
Cuánto cuesta aproximadamente el cambio
El precio de la reparación completa ronda los 800 €, dependiendo de la gravedad de la avería y del modelo de coche que tengas.
El alto precio de este cambio provoca que, en muchas ocasiones, los dueños de algunos coches prefieran incluso comprarse otro antes de repararla. Sin embargo, si tienes conocimientos de mecánica y sigues los pasos que te hemos comentado arriba, salvo que tengas un coche muy antiguo, te merecerá la pena hacer el cambio.
Cada cuánto
El cambio de la junta de la culata no es habitual y es diferente a otras reparaciones típicas. De hecho, lo normal es no cambiarla salvo que tenga algún tipo de avería porque no es necesario hacerlo.
Tan solo tendrás que cambiarla si notas algunos de los síntomas que hemos descrito en el primer apartado. En caso contrario, no te preocupes por la junta de culata.